Cuando la razón reacciono, yo estaba ya perdido

En la vida encontraremos muchas prioridades, el trabajo, la familia, el dinero o simplemente todo o nada, en la vida daremos importancia a objetos, momentos o personas, en la vida cuidaremos esos detalles, esos momentos, esas cosas o personas que son importantes para nosotros… pero que sucedería si en un momento dado, perdemos todo y nos quedemos sin nada…

En ocasiones los humanos nos preocupamos por esas cosas que creemos son importantes y las sobreponemos por otras que no lo son, pero como humanos cometemos errores, errores que quizás nos han hecho pagar caro estas equivocaciones, errores que nos han cambiado nuestras vidas y que simplemente nos demostraron que a pesar que uno es dueño de sus decisiones, no somos dueños de la vida.

Siempre me he preocupado por desarrollarme profesionalmente, cumplir con mi trabajo a cabalidad y si bien es cierto cometí errores ya sea por mis ideales o por mi carácter, he tratado de nunca defraudar a las personas que creyeron en mí y depositaron su confianza en este humilde servidor, pero por ello erróneamente por decisión propia, cosas importantes quedaron en segundo plano.

Soy de las personas que me gusta trabajar en lo que me gusta, y gracias a Dios, he tenido esas oportunidades que quizás muchos no lo tienen, y me entrego a mi trabajo demostrando respeto y dedicación a lo que hago, y cuando siento que lo he cumplido, una gran satisfacción invade mi cuerpo.

He sacrificado a mi familia, mis estudios, el amor y mis amigos por dedicar más tiempo a mi trabajo - no lo estoy reprochando, al contrario, lo estoy reconociendo, así soy yo – pero no siempre mi trabajo me ha permitido disfrutar de la vida, al contrario me he ganado tristezas y dolor.

Un ser angelical, estuvo enfermita hace poco y por más que mi corazón y mi razón me pedía estar cerca de ella, no lo hice, no hice lo suficiente para demostrarle lo tan valioso que significo para mí y mi vida, fueron simplemente horas que le entregué a comparación de la vida entera de me dejo, y ¿Por qué??, por cumplir con mi trabajo.

Pero ese trabajo me llenaba, ese trabajo me apasionaba, me gustaba trabajar ahí, pero aquella niña de mi corazón se batía entre la vida y la muerte, y no comprendía yo la magnitud de esa situación, confiaba que saldría de estas como lo había hecho ya antes.

Otra herida desangra mi corazón, otro angelito partió ya, y se fue dejando un vacío inmenso en mi alma y en mi ser, cuando reaccioné era ya tarde, ella había partido, cuando yo dedicaba tiempo y pasión a lo que me gustaba (trabajar…).

Cuando la razón reacciono, yo estaba ya perdido, no pude estar cuando más me necesitaba, cuando más debí estar, cuando más tenía que estar ahí, se fue y yo no pude despedirme de ella y ello me perseguirá durante toda mi vida.

La perdí y para siempre…..
Perdí la confianza de mis amigos, y terminé defraudando a algunos de ellos….
Quede mal en mi trabajo, como nunca lo había hecho, y simplemente tuve que retirarme.
Y en mi corazón un sello de dolor quedo impregnado, solo en la oscuridad me encuentro hoy…


Nunca sacrifiquen momentos y personas muy especiales e importantes en su vida, por el trabajo, ni mucho menos su hijos, como lo hice yo…

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